La Romareda ha vivido hoy uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria zaragocista. Antes del partido contra el Burgos CF, Cristian Álvarez recibió un merecido homenaje tras anunciar su retirada del fútbol profesional. Han sido más de siete temporadas defendiendo la portería del Real Zaragoza, dejando huella con su entrega, su carácter y ese sentimiento que lo convirtió en uno de los nuestros.
Desde que llegó en 2017, Cristian no solo ha sido un seguro bajo palos, también se ganó el respeto y el cariño de toda la afición. Con 236 partidos oficiales, momentos icónicos y su inquebrantable compromiso, hoy ha recibido la insignia de oro del club en medio de una ovación que erizó la piel de todo el estadio.
Si hay un instante que define su paso por el Zaragoza, es aquel gol de cabeza en el minuto 96 contra el CD Lugo en 2021. Un portero que, en el último suspiro, se convirtió en héroe para salvar al equipo. Pero su legado va más allá de lo deportivo: en 2023 fue nombrado Hijo Adoptivo de Zaragoza, reflejo del vínculo que ha construido con esta ciudad y su gente.
El homenaje no terminó ahí. Tras el partido, Cristian volvió a recibir el cariño de los suyos. En un gesto lleno de emoción, sus compañeros y amigos lo mantearon sobre el césped de La Romareda, cerrando así un capítulo inolvidable en su vida.
Aunque deja el fútbol, su historia con el Real Zaragoza continúa. Ahora seguirá vinculado al club como Responsable de Relaciones Institucionales, asegurando que su pasión y experiencia sigan aportando al equipo.
Gracias, Cristian. Por cada parada, por cada gesto, por sentir esta camiseta como la sentimos nosotros. La Romareda siempre será tu casa.
